miércoles, 5 de marzo de 2014

LA FRATERNIDAD ROSACRUZ ANTE UN AÑO QUE COMIENZA



LA FRATERNIDAD ROSACRUZ ANTE UN AÑO QUE COMIENZA

Como coordinador de “Encuentros Rosacruces Americanos” y miembro activo del Centro Rosacruz de Rosario (Rep. Argentina) brindaré breves comentarios, con la seriedad que merece el tema que he escogido. Estoy animado solamente por un espíritu constructivo, consciente de la responsabilidad que me cabe como probacionista, la cual creo que debe canalizarse también en la expresión personal sobre temas puntuales que hacen al porvenir de la Institución por la cual siento un profundo respeto y afecto. Desde mis años juveniles milité en actividades llamadas “espiritualistas” y desde hace veinte en la Fraternidad Rosacruz en la cual llevo quince como probacionista. Por supuesto que dentro de ella pueden ocurrir desaciertos, lo mismo que en otras entidades semejantes que sustentan loables fines, porque en la medida en que sus dirigentes y simpatizantes son fieles a los dictados teóricos que las mueven, mejor se cumplirá el objetivo original propuesto por sus fundadores. En nuestro caso se trata de difundir una hermosa Enseñanza y entonces la pregunta fundamental consiste en: ¿Cuál es la mejor manera de hacerlo y por qué a veces surgen inconvenientes que parecen malograr el fin propuesto?
Se ha comprobado que en el reino animal las actitudes que adquieren una minoría o un pequeño grupo se trasmiten a la totalidad de sus semejantes. Similarmente en la humanidad las cualidades positivas que se generan individualmente son recogidas por el conjunto produciéndose un efecto mucho más renovador que merced a la simple trasmisión de meros conocimientos teóricos. Nosotros hemos optado por las Enseñanzas Cristianas y nuestra tarea ha de estar encaminada a vivenciarlas para que puedan ser recibidas efectiva y realmente por los demás; hecho que no resulta de fácil realización porque todos somos, en la actualidad, seres humanos proclives al error.
En síntesis, la más efectiva forma de difundir una doctrina es vivirla pero para eso se requiere que se produzca en nosotros una transformación profunda que va más allá de una mera teorización intelectual.
La segunda parte de la pregunta es ¿Por qué a veces surgen inconvenientes que parecen malograr el fin propuesto? Para formular una adecuada respuesta debe tomarse en cuenta, en lo que a nuestra Fraternidad se refiere, el accionar de los Centros y Grupos por un lado y por el otro el del poder central, integrado por la Junta de Síndicos y demás autoridades, con el cual deben actuar coordinadamente. Con relación al trabajo de los Centros y Grupos, que merecería un comentario pormenorizado que escapa a este bosquejo, podemos decir que el mismo debe estar basado en un adecuado manejo de las Enseñanzas por parte de sus directivos a .los fines de que las mismas puedan ser cabalmente interpretadas por los estudiantes por medio de modernas pautas pedagógicas. Por supuesto que no se trata de que los estudiantes se transformen en “discos rígidos” de computadoras que acopien conocimientos librescos, sino que también deben ponerse a su alcance oportunidades para que trabajen en su transformación personal, que como hemos dicho es el objetivo principal de las Enseñanzas Rosacruces, cuyo logro puede favorecerse con el funcionamiento de talleres destinados a tal fin. Los mismos deben prestarse también para la consideración de los Cursos de Filosofía y de Astrología, ya que las Enseñanzas no son fáciles de interpretar, mereciendo por lo tanto que se las considere y discuta en grupos con libre participación de todos sus integrantes. Es aconsejable también, que los estudiantes no se transformen en silenciosos escuchas de académicos discursos.
Debe tenerse en cuenta que a los Centros y Grupos les cabe el deber moral de diseminar las Enseñanzas, para lo cual a veces los directivos se ven obligados a efectuar personales aportes pecuniarios y no olvidemos que en algunas instituciones se fijan como obligatorios los aportes de diezmos. En nuestro caso, los aportes monetarios y de horas de trabajo quedan en manos de la opinión personal reflejando ambos a la postre, el amor a la obra que se está llevando a cabo.
Con relación a la función del poder central, la misma debe ser realmente conductora y consejera, tomándose debidamente en cuenta las apreciaciones rectoras de Max Heindel condensadas en el capítulo “Una palabra al sabio” del Concepto Rosacruz del Cosmos, entre las cuales dice: La enseñanza no es dogmática ni apela a autoridad alguna que no sea la propia razón del estudiante. Aclara también que sin embargo está convencido de que el Concepto Rosacruz del Cosmos está lejos de ser la última palabra sobre el asunto, porque conforme avanzamos, nuevas vistas se van desplegando ante nuestros ojos y se iluminan muchas cosas que antes sólo veíamos como a través de un cristal empañado. Agrega también que lo que se dice en esta obra debe ser aceptado o rechazado por el lector de acuerdo con su propio criterio.
Por supuesto que los consejeros electos y demás autoridades deben tener un especial manejo de esta temática fundada en su cabal comprensión, gozando de una adecuada actuación dentro de la Fraternidad para no entrar en los escabrosos terrenos de la improvisación en el momento de la proposición de candidatos, recurriéndose siempre a los más capacitados, según las pautas apuntadas.
Un tema de suma importancia en el funcionamiento de la Institución está relacionado con las condiciones personales, convicciones y temperamento de todos los directivos, que es donde radican en grado sumo las posibilidades de éxito del proyecto encaminado al mejoramiento de la humanidad. Para que las intenciones prosperen los que marchan al frente deben tratar de superar la tan común ansia enfermiza de figuración personal que ronda en todas las actividades humanas. La honestidad y sinceridad son también cualidades de imprescindible vigencia y base fundamental para el buen logro de una empresa de esta índole como de cualquier otra que podamos emprender. Por otro lado, el afectuoso trato personal es otro requisito insustituible y rector que ha de estar siempre presente, a fin de que todas las diferencias de apreciación sobre cualquier tema que fuere, se diluciden con un espíritu constructivo y amistoso.
Vinculado con el tema, diremos que dentro de nuestra Fraternidad, ligada con la Orden Rosacruz, una meta ansiada para sus adherentes debe ser ir ascendiendo en realizaciones hasta llegar al discipulado que implica un acercamiento real al Maestro con el cual estamos relacionados. La tarea no es fácil porque hemos de ir limpiando nuestros defectos a fin de que nuestra mente y corazón luzcan cada vez más limpios y puros. En todas las Escuelas de Misterios, dentro de las cuales está la Orden Rosacruz, se preconizan los mismos principios de superación personal y dentro de una de ellas se menciona una regla que siempre recuerdo con mucha devoción. Dice Así: Antes que la voz pueda hablar en presencia de los Maestros debe haber perdido la posibilidad de herir. ¿Qué significa esto? Entre otras cosas y yendo al fondo de la cuestión nos quiere llevar a la comprensión de que las palabras que pronunciamos y las cosas que escribimos son la fiel expresión de nuestro mundo interior. Por tanto si el mismo es armónico y pletórico de afecto es que estamos aprendiendo la tarea que venimos a llevar a cabo como seres humanos y francamente evolucionando. Tanto mejor para cada uno de nosotros, para los que nos rodean y para la raza humana en general que está recibiendo el aporte de uno de sus miembros para enriquecer el trasfondo colectivo.
Si nuestras palabras son sinceramente dulces y afectuosas las personas con las cuales nos pongamos en contacto recibirán un gran beneficio, aunque nos parezcan improcedentes. No existe la ira justiciera  con la finalidad de producir cambios, de acuerdo al ejemplo que nos brindara Cristo Jesús y quién fuera su gran admirador el Mahatma Gandhi, porque hasta los que están en el error siempre tienen una posibilidad de transformación. Todo depende de los recursos con que nos manejamos. Cuando paso a paso vamos dejando de lado las limitaciones personales, el acercamiento a los Hermanos Mayores va creciendo y más efectivo irá transformándose en la medida en que se incremente nuestra sensibilidad y equilibrio interno. Progresivamente podemos ir acercándonos al nivel vibracional donde ellos actúan, pero para ello se requiere reunir muy exigentes condiciones, en todos los órdenes, muy difíciles pero no imposibles de lograr.
Comenzando un nuevo año mundial siento una gran dicha al entrar en contacto, a través de este comentario, con todos los probacionistas y estudiantes a los cuales les expreso mi ferviente deseo de que continuemos dialogando sobre estos problemas fundamentales que hacen al quehacer humano, con la mayor altura que nos resulte posible, para que como estudiantes rosacruces demos un ejemplo dentro de la sociedad como lo dieron los Hermanos Mayores de la Orden en la Edad Media. Cada paso que damos, en tal sentido, será muy bien recibido por ellos. Sin ninguna excepción y con sumo afecto deseo a todos la mayor ventura personal, al mismo tiempo que formulo los más fervientes votos para que podamos aprovechar la oportunidad que se nos presenta para ser portadores vivientes de nuestras Enseñanzas. Todos los días estamos comenzando una nueva etapa en el Sendero.

                                                                        Pedro S. Tavacca
                                                                       Probacionista Nº 6954

                                                                  tavacca.pedro@gmail.com

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Nota: por nuestros archivos, consideramos que, este escrito corresponde a Diciembre del año 2008

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