POR VUESTRA INCREDULIDAD
Una lección sobre la Curación
Carta de la Sra. Heindel a los estudiantes, de julio de 1930
"Cuando llegaron adonde estaba la gente, se le acercó un hombre que le dijo, de rodillas:
- Señor, ten compasión de mi hijo, que tiene epilepsia y le dan ataques. Muchas veces se cae al fuego y otras muchas en el agua. Se lo he traído a tus discípulos y no han sido capaces de curarlo."
(Mateo 17: 14-16)
No hay aspirante que no haya cejado, a causa de la debilidad de su fe, en el empeño de llevar la vida del espíritu. Una palabra proferida incautamente o un ideal desvanecido habrán hecho estremecer su casa espiritual, que estaría construida sobre arena y, quizás, luego, vinieron las inundaciones y las aguas se la llevaron. Bien podemos comparar la fe de algunos de nuestros estudiantes y probacionistas a la de los discípulos de Cristo. Los miembros de la Fraternidad Rosacruz han recibido de los Hermanos Mayores un método de curación. Depositarios son de las bellas Enseñanzas dilucidadas en los libros que en la Fraternidad se imprimen y que demuestran que esta sociedad lleva dos propósitos distintos: primero, el predicar el Evangelio y, segundo, el curar a los enfermos. El Evangelio de la Fraternidad está contenido en los muchos bellos e instructivos libros que se han esparcido por el mundo en los últimos veintiún años. Las instrucciones acerca de nuestro método de efectuar curaciones han sido enviadas en lecciones y cartas a los probacionistas. Desde el principio de la Fraternidad, que fue en el otoño de 1909, se ha generado, por medio de una cadena de pensamientos, una gran fuerza de curación.. Esta cadena está circundando el mundo y bien sabemos todos que los pensamientos son cosas y que son poderosos. "Con cada pensamiento fuerte o vehemente deseo de lo que consideres necesario para tu alma, fuerzas invisibles se suscitan entre y tú y tu meta." Cuando un gran grupo de gente, que se empeña en hacerse más espiritual y se esfuerza sinceramente por llevar una vida más pura y útil, concentra el pensamiento y la aspiración en una línea determinada y, especialmente, cuando concentra y mantiene en la imaginación un símbolo tal como nuestro Emblema de la Fraternidad, que es su meta y su propósito, como hacen nuestros estudiantes y probacionistas, se pone en acción una vibración sumamente poderosa. Se despiertan fuerzas que son trascendentales y elevadoras. La Fraternidad ha construido una cadena semejante, de poder curativo, y aún seguimos añadiéndole fuerza. Este poder no viene solamente de nuestros mil trescientos probacionistas entrenados, que están alcanzando apreciable desarrollo merced a los ejercicios, al bien vivir y al aumento de su facultad de hacer el bien, sino que viene también de otros miles que son estudiantes de nuestras varias ramas de la obra, o pacientes, amigos o lectores de nuestra revista.
En todo el mundo hay gente que nos está ayudando a fortalecer esa cadena de curación, dedicando a ello su imaginación y su concentración sobre el Emblema Rosacruz, y están enviando sus oraciones a la Sede Central, para ayudarnos, especialmente las noches regulares de la curación, que son una vez a la semana, cuando la Luna entra en un signo cardinal. En esas noches, celebramos servicios especiales en la Sede Central, a las 6,30 y, a esa hora, todos nuestros amigos del mundo se unen a nosotros en la oración. Imaginemos qué fuerza tan poderosa es la que brota para el mundo de esta oración conjunta, y de qué gran beneficio serán esos pensamientos para un mundo enfermo y afligido. Cuanto más aumenta el interés, más poder se agrega y, como muchos se curan, pronto pasan la buena nueva a otros que sufren y así, el poder curativo continúa creciendo.
Se han propalado muchas erróneas ideas sobre el método rosacruz de curación. Es tanto espiritual como material, puesto que aconsejamos el uso de las medidas físicas, tales como los baños especiales, la dieta científica, el ejercicio, los baños de sol, los ajustes de la columna vertebral, etc. Lo primero que debemos hacer es descubrir, por medio de un diagnóstico cuidadoso, la causa exacta del mal, bien sea espiritual, mental o físico. Al decir "espiritual" debo explicar que muchos de los que sufren malestar, padecen por hambre del alma o por su contrario, el desarrollo obligado. Éste último afecta al cuerpo físico de igual manera que el exceso de comida que el estómago no pude digerir, sobreviniendo la enfermedad como consecuencia. La causa de la enfermedad se puede encontrar en el horóscopo, que proporciona al sanador la clave sobre la que trabajar. Se puede recetar una dieta que, agregada a la obra de los Auxiliares Invisibles, restablecerá la cabal salud del apaciente. El horóscopo muestra también qué leyes de la naturaleza ha quebrantado el paciente y, si su voluntad es lo suficientemente fuerte, el conocimiento que obtenga del horóscopo le ayudará a resistir los deseos de la carne, lo que dará lugar a una curación permanente. Mas, no todos responden a la fuerza curativa, puesto que han de pagar ciertas deudas de destino, y no sentirán la influencia de esa fuerza hasta que las hayan saldado.
Frecuentemente se pregunta: "¿Quiénes son los Auxiliares Invisibles?" Los Auxiliares Invisibles son los probacionistas y estudiantes esotéricos que se han dedicado a la vida elevada y que, por medio de ciertos ejercicios y una vida de servicio, pura y útil, se han preparado para la obra superior. Esto construye el cuerpo-alma, los dos éteres superiores, que permite al hombre trabajar eficientemente en los mundos invisibles, mientras esté fuera del cuerpo durante el sueño. Se siente feliz de saber que no malgasta sus noches en sueños inútiles, flotando, sin propósito alguno, en el Mundo del Deseo. Debe andar en los negocios de su Padre y, por tanto, ocupa su tiempo, mientras está fuera de su cuerpo durante el sueño, logrando conocimientos y sirviendo bajo la dirección de algún doctor probacionista bien preparado que, por virtud de sus conocimientos del cuerpo humano, actúa como jefe de uno de los muchos grupos de curación que están directamente bajo la guía de los Hermanos Mayores.
Innumerables cartas han llegado a la Sede Central, de pacientes que aseguran que han estado despiertos y conscientes cuando los Auxiliares Invisibles trabajaron sobre su cuerpo enfermo. Cuando es necesario, las manos de los Auxiliares se materializan; como cuando se trata enfermedades tales como tumores y crecimientos interiores, que tienen que ser extirpados, o es preciso tratar alguna víscera en el interior del cuerpo del paciente. Cuando se emplea el método de curación por medio de los Auxiliares Invisibles, el imponer las manos físicas o el dar tratamientos magnéticos o masajes, no es necesario. Esta obra se efectúa por los Auxiliares Invisibles sin el uso de las manos físicas.
El método rosacruz de curar por medio de los Auxiliares Invisibles requiere los efluvios del cuerpo vital del paciente, que se logran mediante la letra por él escrita en el informe que envía semanalmente. La tinta actúa como conductora del magnetismo y lleva éter del paciente, que impregna el papel. Esto proporciona al sanador la llave del cuerpo vital del paciente. Sin esta llave, que el enfermo envía, fresca, cada semana, el sanador se encuentra incapacitado y con las manos atadas. Mientras trabaja como Auxiliar Invisible, el sanador está libre del riesgo de contagio personal y a salvo de peligro aún en la habitación del enfermo, aunque éste padezca la más virulenta de las enfermedades.
En nuestros Centros de la Fraternidad, los probacionistas se reúnen en servicios semanales de curación y, de esta manera, magnetizan y purifican paulatinamente el éter de los salones de la Fraternidad, hasta el punto de que mucha gente se cura por el sencillo hecho de esperar allí una entrevista.
Sin embargo, el joven entusiasta que, ignorantemente, se dedica al arte de sanar y se empeña en curar a todos, puede producir gran daño. Muy a menudo suele suceder que tal persona cree que debe curar al paciente concentrándose sobre él. Quien esto escribe conoce casos particulares de personas que enfermaron más gravemente por los pensamientos concentrados de sus amigos, especialmente cuando han formado grupos con el fin de concentrarse. Es muy peligroso visualizar a determinada persona y esforzarse por curarla con el uso del pensamiento concentrado. No olvidéis esto: que el pensamiento concentrado de un grupo es sumamente poderoso y puede ocasionar hasta a muerte si es lo suficientemente fuerte y se emplea con ignorancia. Cuando un grupo de gente se sienta con el fin de curar, su acción debería llevar el carácter de una súplica a Dios, una oración por la salud del paciente, imaginándose cada sanador ser algo así como un canal por el que el fuego divino fluye hasta el paciente. El hecho de invocar el amor divino para que rodee al que padece no ocasionará resultados dañinos. Mucho cuidado deberíamos tener en la concentración y en su propósito puesto que, cuanto más adelantamos y nos desarrollamos en lo espiritual, más poderosos se hacen nuestros pensamientos. Puede ocasionarse también gran perjuicio con el uso necio del magnetismo personal. Agregamos aquí una descripción corta del poder del magnetismo, escrita por Max Heindel:
"En el proceso de curar mediante la imposición de manos, hay dos operaciones distintas: Una, es el quitar al paciente algo que es tóxico y perjudicial, que incita a la enfermedad; y otra, es el que el propio curador emite algo de su propia fuerza vital. Toda persona que ha hecho trabajo de esta índole lo sabe, puesto que lo ha sentido. Se siente, en verdad, por los que han logrado el éxito en la curación. Ahora bien, a no ser que el doctor o sanador no esté rebosando salud, con toda probabilidad sucederá una de estas dos cosas: o el miasma humano que se quita al paciente agobiará al sanador a tal punto que, para hacer uso de una expresión común, "asume la condición" del paciente; o dará tanta de su propia fuerza, que quedará completamente agotado. Bien puede suceder que ambas cosas se combinen y que llegue el día en que el médico o sanador se encuentre tan depauperado que, por fuerza, tenga que descansar."
"Los sanadores magnéticos que carecen de conocimientos científicos, frecuentemente escapan a la condición primera "arrojando el magnetismo", como ellos dicen. Pero todos corren el peligro de depauperarse. Es cosa a la que nadie puede escapar, con la sola
excepción de la persona que ve los efluvios etéricos que toma y el fluido vital que imparte. Muchos enfermos son vampiros y, cuanto más fuertes y robustos sean, peor será su condición cuando la enfermedad sobrevenga y los arroje al lecho del dolor. Juzgando lo que acabamos de decir es evidente que el imponer las manos es cosa que no se debería hacerse sin discriminar, por persona que no haya sido entrenada en una de las muchas escuelas idóneamente equipadas de osteopatía, quiropráctica, etc."
Así pues, vemos, cómo el uso incauto de estos poderes sutiles puede ocasionar daño cuando nos empeñamos en curar. Si tenemos fe en el método que se nos ha dado por los Hermanos Mayores de la Rosacruz, cuyos equipos de Auxiliares Invisibles están siempre prontos a contestar la llamada de los que hayan menester de su ayuda, podemos alcanzar provechosos resultados. Tener fe es seguir el método que ellos nos han brindado por medio de su mensajero Max Heindel.
Para terminar, permítaseme repetir que en el uso de la oración estamos siempre seguros. Así, pues, deberíamos seguir el consejo del apóstol Pablo en su primera Epístola a los Tesalonicenses, capítulo 5, versículo 17: "Orad sin cesar".