LECCIÓN XIV
EL SENDERO DEL LOGRO, EL CONOCIMIENTO DIRECTO Y LA VISIÓN ESPIRITUAL
(Continuación)
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La vanidad que uno siente por su desarrollo espiritual puede ser causa de la entrada de elementales en el aura, lo que muchas veces produce la caída del individuo. Por esta razón la Biblia es científicamente correcta cuando nos previene contra la soberbia. Este peligro se presenta sobre todos de un modo serio cuando hemos empezado el sendero del logro. Los vehículos del aspirante están sensibilizados en este sendero por la vida pura que lleva y por los ejercicios que practica. Tiene que ser mucho más cuidadoso que las demás personas para evitar sensualismo de cualquier forma, porque le arrastrarían y le aplastarían con mayor rapidez que a otros.
Ente los primeros ejercicios que el aspirante al conocimiento directo debe practicar es el de la aguda observación de los detalles. Es una verdad obvia que la gente en general tiene ojos y no ve. El aspirante tiene que ejercitarse en el arte de ver todo lo que hay alrededor de él con gran minucia, porque de otro modo ocurriría un conflicto entre los recuerdos conscientes en la mente y los recuerdos subconscientes en el cuerpo vital, y esto produciría desarmonía. Pasando por la calle podemos mejorar nuestra observación notando distintamente todas las casas y sus detalles, los jardines, el estilo de arquitectura, etc.; más tarde deberíamos tratar de recordar estos detalles. Haciendo esto, aumentaremos nuestro poder de observación de manera notable.
La concentración y los pensamientos positivos, son los poderes mentales que hay que desarrollar después. En esta práctica tenemos que fijar nuestra mente en un solo punto y no permitir que se distraiga. La distracción es uno de los procesos más destructivos que podemos sufrir. La distracción destruye el poder del pensamiento; la concentración lo crea y fortifica. El pensamiento positivo alcanzará siempre su objeto. El pensamiento negativo es débil y nunca logra gran cosa. El pensamiento positivo nos facilitará generalmente una mente capaz de hacer milagros en cualquier campo de acción, y nos preocuparía éxito sobre éxito. El pensamiento negativo abre nuestra aura a las entidades de naturaleza indeseable, y en el caso de persistencia, podemos caer bajo su dominación y volvernos incapaces de protegernos contra ellas. Por esta razón debemos practicar la concentración en todo tiempo.
Ejercicios superiores para el aspirante son los de meditación y discernimiento, de contemplación y adoración. Información sobre todos ellos se halla en el libro “Concepto Rosacruz del Cosmos” y es muy recomendable su estudio. La repetición sistemática de verdades espirituales, las introduce y fija en el cuerpo vital y gradualmente hace que formen parte del carácter si son reforzadas por obras. De este modo podemos hacer de nuestro carácter lo que queramos que sea y carácter es destino.
El aspirante a menudo retrasa su progreso por ansiedad, que es una forma de miedo. Esto crea elementales de miedo en la mente. El aspirante deberá hacer las cosas cuando sabe que son buenas y entonces no tendrá miedo del porvenir.
“El perfecto amor expulsa el miedo”. Por consiguiente si tenemos una tendencia a sentir miedo de cualquier clase, podemos construir nuestros vehículos superiores practicando amor de un modo o de otro, de manera que definitivamente estemos protegidos contra el miedo.
Esto es necesario antes de desarrollar nuestros poderes ocultos en general, porque si no hemos dominado el miedo, no tendremos seguridad para exponernos a cruzar por los planos invisibles, y ni estaremos tampoco en condiciones para viajar en esos planos, lejos de la protección de nuestros cuerpos físicos. Mientras estemos aún sujetos al miedo, lo estaremos también a las actividades malévolas de los seres de los planos invisibles, que nos perjudicarían. El hecho mismo de sentir miedo, prueba que no estamos aún completamente capacitados para defendernos contra estas entidades. Por consiguiente el miedo es el primer gran enemigo que el estudiante de ocultismo tiene que vencer.
Algunos estudiantes místicos caen en el error de desarrollar la videncia espiritual por medio de drogas, espejos mágicos o ejercicios de respiración inadecuados. Con el tiempo se presentarán enfermedades u obsesiones como resultado de estas prácticas, porque son de carácter negativo. Desarrollan la visión espiritual por vibraciones irregulares y los que observan estas prácticas abren su naturaleza al mundo del deseo inferior y a las entidades viciosas que viven allí. Los ejercicios de respiración de los orientales, que no son apropiados a los occidentales, en algunos casos sacan al cuerpo vital fuera del físico, cortando el lazo entre los centros sensoriales etéreos y las células cerebrales, y producen la locura. En otros casos producen una rotura entre el éter de vida y el químico, cuya consecuencia es la tisis. Nuestros estudiantes deben desconfiar seriamente de estas prácticas y ni siquiera hacer el más pequeño ensayo. Una respiración higiénica, profunda, sin embargo, es buena y recomendable.
Finalmente, el equilibrio en todos los planos, es el gran objetivo que el estudiante de ocultismo debe tratar de realizar. Es triple y consiste primeramente en la concentración mental; en segundo lugar, en el balance emocional y, por último, en el poder espiritual.
Pero aun habiendo obtenido todo esto, y habiendo desarrollado la visión superior, y pudiendo abandonar su cuerpo conscientemente, el alumno no posee la omnisciencia. Entonces estamos solamente en el punto de emprender nuestra educación en los mundos espirituales. Allí tenemos que aprender exactamente lo mismo que aquí, en un largo curso de trabajo paciente y asidua aplicación a los problemas de nuestra nueva atmósfera. Podemos darnos cuenta ahora de lo tonto que es el seguir la enseñanza de unos profesores que han desarrollado quizá, nada más que uno de los tres grados de visión espiritual, y tal vez, de manera imperfecta. También podemos ver que resulta inocente dedicarse a la veneración de ídolos, respecto a cualquiera que haya obtenido un desarrollo de clarividencia, o de aceptar todo lo que él pudiese ofrecernos como indudablemente cierto y digno de acatamiento.
Todo lo que se obtiene de los mundos internos por medio de cualquier grado de visión espiritual, ha de ser sometido a la prueba de la lógica y del sentido común, y si no resiste a esta prueba, estamos justificados de rechazarlo o por lo menos de hacer nuevas investigaciones antes de aceptarlo.
del libro Filosofia Avanzada
Max Heindel
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