sábado, 12 de septiembre de 2020

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NINGUNA DE ESTAS COSAS ME CONMUEVE 

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Lo que se puede preguntar realmente en primer lugar es ¿a qué se refería el Apóstol Pablo al hacer semejante afirmación? ¿Nos quería decir, por ejemplo, que deberíamos en el transcurso de nuestras vidas ser totalmente indiferentes a todo lo que nos rodea e ignorar las condiciones por las que atraviesan nuestros hermanos del mundo, pensando sólo en nuestro propio bienestar?

Seguramente podemos decir que de ninguna manera podía haber pensado en tal sentido al emitir esta sentencia, sino por el contrario, nos instaba a dedicar nuestra atención a todas las cosas realmente importantes y trascendentes de nuestra diaria existencia en este plano físico, que nosotros sabemos es una escuela de experiencias.

Ahora bien, hay cosas que no son convenientes que hagamos, por lo que sería mejor ignorar las altisonantes noticias sobre robos, muertes, violaciones, etc. que nos brindan nuestros medios informativos, ya que como dijo un escritor español hace muchos años, quien lo hace está expuesto a ser él noticia en un futuro no lejano. El propio Max Heindel nos decía que una actitud optimista siempre favorece nuestros planes, por tal motivo, no podremos mantener esa actitud si prestamos oídos a ese tipo de noticias totalmente negativas que, en no pocos casos, provienen de fuerzas elementales.

También es oportuno señalar que en estos momentos la mayor parte de la humanidad está sufriendo los efectos de una pandemia, que ha causado y causa aún tantos estragos. Nosotros sabemos bien que la casualidad no existe, sino la causalidad motivo por el que es lógico pensar que hubo o hay una causa que determina este flagelo, lo que nos lleva a creer que todo es debido a la violación de las Leyes de Dios, tanto en ésta como en vidas anteriores.

Ahora bien, es interesante analizar lo ocurrido en tiempos no lejanos, pues hemos tenido una primera guerra mundial, cuya finalidad, según Max Heindel, tenía la virtud de extirpar la catarata espiritual que cubría los ojos de los hombres, que impedía ver la relación entre los vivos y los muertos. Luego vino la segunda guerra, donde al igual que en la primera murieron millones de personas, más, pasado un tiempo, todo pareció volver a la normalidad anterior.

Entonces, los Grandes Seres que guían nuestra evolución, ante la insuficiencia del efecto purificador de estos intentos, decidieron reorientar las energías mal dirigidas de los seres humanos, (como los que provocan el sacrificio cruel de los animales, y demás factores negativos, que son en verdad los que dieron origen a estas cosas), para que los hombres aprendieran la lección y transmutaran estos efectos nefastos.

Por tal motivo, desde ahora en adelante, en lugar de pensar en todo lo lamentable que acontece en el mundo en que vivimos, decidamos con convicción dedicar nuestro tiempo libre a lecturas que eleven nuestro espíritu, o por ejemplo también a oír música de arte mayor que nos han legado los grandes maestros como Wagner, Mozart, Beethoven y tantos otros, ya que cuando lo hacemos estamos funcionando directamente en nuestro verdadero Hogar Celestial, que es el Mundo del Pensamiento.

Pero veamos por último, qué es lo que podemos hacer en total conformidad con el pensamiento positivo de San Pablo, al proferir su aludida sentencia y, para ello, nos remitimos asimismo a la sagrada Biblia cuando nos dice que debemos hacer el bien sin mirar a quien y a lo que se menciona en nuestras enseñanzas Rosacruces al proponernos la importancia del servicio altruista, noble y desinteresado a nuestros hermanos del mundo, pero haciéndolo con inteligencia y empleando siempre el discernimiento en todos los casos.

Hasta aquí hemos llegado con este breve comentario relacionado con la expresión del gran Apóstol que merece nuestra mayor reverencia y gratitud por todo lo que realizó durante su ministerio, por la difusión tan acertada del Cristianismo, al punto tal que la gente que lo escuchaba se inflamaba de entusiasmo por el fervor con el que se dirigía a sus oyentes.

Esperamos haber cumplido con este cometido que lo dejamos a vuestra consideración y por supuesto que con sumo placer recibiremos todas las opiniones que tuvieran a bien de formular, relacionadas con este tema que reviste una importancia tan altamente significativa.

Reciban un saludo cordial y fraterno y que nuestro bendito Padre Celestial siga iluminando vuestras vidas.

Escrito elaborado por miembros de la Fraternidad Rosacruz

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte

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