miércoles, 22 de febrero de 2017

El éter reflector (A) - Parte IV


PARTE IV

EL ÉTER REFLECTOR (A)

12) Entre Dos Ciclos

En los más antiguos documentos escritos encontramos referencia a “reflejos” o “imágenes”, ilustrando la forma en que Dios objetivó las Ideas creadoras en el espacio y en el tiempo. Ahora, cuando miramos en un estanque de agua clara –el primer espejo del hombre– vemos que el cielo que está más lejos por encima de nosotros es la parte más profunda, el fondo de la escena reflejada en el agua; en cambio otros objetos, incluyéndonos a nosotros mismos, ocupan posiciones intermedias entre los Dos Cielos.
En nuestro estudio del Éter Reflector, conservemos esta imagen en la mente, como lo han estado haciendo los neófitos de las Escuelas de Misterios por muchos miles de años.

En El Concepto Rosacruz del Cosmos, páginas 37 y 38, Max Heindel ha escrito:

“El Éter Reflector debe su nombre a más de una razón, porque las escenas en él contenidas no son sino reflejos de la memoria de la naturaleza. La real memoria de la naturaleza se encuentra en un reino mucho más elevado. Ningún clarividente suficientemente entrenado se cuida de observar este Éter Reflector, porque sus escenas son confusas y vagas comparadas con las que se encuentran en los reinos superiores.

Los que leen en el éter reflector son generalmente los que no tienen elección, los que en realidad no saben en qué están leyendo. Como regla ordinaria los psicómetras y los médium obtienen sus informaciones de este éter. En muy ligera extensión el discípulo de la escuela oculta en los primeros estadios de su entrenamiento también lee en el Éter Reflector, pero su maestro le indica las insuficiencias de este éter como medio de adquirir información adecuada, para que no saque fáciles y erróneas conclusiones.

“Este éter es también el medio a través del cual el pensamiento impresiona el cerebro humano. Está muy íntimamente conectado con la cuarta subdivisión del mundo del Pensamiento. Esta es la más elevada subdivisión de las cuatro contenidas en la Región del pensamiento Concreto, y es el hogar de la mente humana. Allí se encuentra una versión mucho más clara de la memoria de la naturaleza que la que se encuentra en el Éter Reflector.”

En otro lugar dice que el aspecto memoria de este éter reside en el polo negativo, mientras que los procesos de pensamiento hacen su impresión sobre el cerebro por medio del polo positivo. Sin embargo, él no dice que estos polos sean polos magnéticos.
El Éter Reflector no es eléctrico ni magnético. Su polo “positivo” es dominante en la parte o lóbulo frontal del cerebro, en el área general donde tiene su asiento el “Vigilante Silencioso” (Espíritu Divino).

Se nos dice más adelante que el Éter Reflector es el menos denso de los cuatro éteres; que en el ciclo de crecimiento madura alrededor de los 28 años; que es negativo en los hombres y positivo en las mujeres; que como el Éter Luminoso, es volátil y migratorio; que si bien parece vacío a simple vista, esconde dentro de sus traslúcidos pliegues muchos secretos, en un registro pictórico que consiste no sólo en reproducciones de las formas físicas sino también de sentimientos y de pensamientos.
Consecuentemente, cuando el estudiante vidente aprende a leer en este éter puede sorprenderse de descubrir que no solamente ve las escenas de los pasados acontecimientos de su vida, sino que también algunas veces las formaciones áuricas y formas de pensamientos que los acompañan, aun cuando en el tiempo en que los acontecimientos ocurrieron no era clarividente.

Otra de las rarezas del Éter Reflector, que hace difícil apreciar el valor de lo que allí se ve, es familiar a la mayoría de los estudiantes, porque Max Heindel la ha mencionado a menudo. Esta es la forma en que la corriente del tiempo del Éter Reflector parece moverse hacia atrás, de tal modo que si se desea investigar un acontecimiento, digamos en el año 500, sería necesario mirar primeramente para el año 500, y luego dejar que el registro se desarrolle hasta el año 500. Sin embargo, no debe suponerse que esta corriente hacia atrás sea comparable al desenrollarse hacia atrás de una película cinematográfica en la cual, por ejemplo, el pollo se convierte en un polluelo y luego entra al cascarón que la naturaleza de las pulsaciones del tiempo que van hacia atrás hasta cierto punto, y luego se mueven hacia adelante, de acuerdo con algunas leyes todavía indefinidas que gobiernan las imágenes del tiempo. Porque es conocimiento común entre los estudiantes ocultos que las escenas de las encarnaciones anteriores parecen desenvolverse en una forma perfectamente regular y normal, por lo menos en lo que se refiere a cualquier intervalo seleccionado. El ejercicio de
Retrospección es recomendado como muy bueno para el desarrollo de la visión de la corriente del tiempo, como poder de regular la corriente de imágenes.

También el Éter Reflector algunas veces invierte los números, y así un número que parece leerse 235 puede ser en realidad 532. Sin embargo, ninguna analogía puede ser aceptada con carácter definitivo, y no sería cierto que los números reflejados en el Eter Reflector se ven invertidos como cuando estos números y la escritura a mano se ven con un espejo. Los libros y los documentos que se ven en la “biblioteca” del Éter Reflector son usualmente leídos correctamente hacia adelante, como en el mundo físico; pero en muchos casos el lector encuentra súbitamente que en lugar de leer un manuscrito, se ha precipitado en medio de la historia o registro, el cual ve como un omnipresente aunque invisible espectador.

Tómese nota, sin embargo, que los poderes suprasensorios varían grandemente según el prejuicio y el temperamento individuales, porque así como el ojo físico no puede ver un objeto si el párpado cubre el ojo, así tampoco la clarividencia puede revelar nada al vidente, a menos que él definida y conscientemente enfoque su atención en una dirección dada. Los santos de la Iglesia en muchos casos han alcanzado la clarividencia, y sin embargo no vieron nada en el mundo astral con excepción de las formas de pensamiento del cielo y del infierno construidas por su propia comunidad de fe.

Los estudiantes ocultos han desarrollado el poder de ver los espíritus desencarnados, las fuerzas de la naturaleza y las Jerarquías celestiales, sin descubrir nunca las fuerzas nucleares conocidas del físico moderno, a causa de que ellos no pensaron en buscarlas.

Las escenas del Éter Reflector generalmente se desvanecen en unos pocos millares de años, dejando “huecos” donde el vidente no encuentra nada. En los Templos de Misterios, sin embargo, los Hermanos Mayores y sus Iniciados leen en la verdadera Memoria de la Naturaleza, la que, en la cuarta o región arquetípica del Mundo del Pensamiento, contiene todo el registro perteneciente a nuestro Período Terrestre corriente; y cuando estos registros son revisados y vivificados en la mente de cada Iniciado, el registro correspondiente del Éter Reflector es, por así decirlo, reforzado, y continúa aprovechable aun para la visión relativamente débil del clarividente ordinario o estudiante que comienza su entrenamiento en una escuela oculta. También los Maestros de los planos internos a veces proyectan en el Éter Reflector los cuadros que el neófito vea y recuerde; y de ese modo el neófito ve registros que de otro modo no le serían accesibles en su actual condición de desarrollo incipiente.

Max Heindel ha indicado, en literatura familiar a todo estudiante, que los Éteres Luminoso y Reflector están muy íntimamente asociados, no solamente en Vestido Dorado de Bodas, sino también en funciones particulares del organismo corpóreo: El estudiante puede encontrar que esta estrecha asociación de funciones entre estos dos éteres es a menudo una fuente de confusión cuando se los observa por primera vez.

Una vez que el estudiante–vidente ha comenzado a ver la agitación del Luminoso con sus movimientos como de alas y sus rápidos cometas de energía en sus paquetes peliculosos, comienza a reconocer que el espacio es pulsante como las ondas del océano. Cuando contempla estas lentas y azuladas ondas del espacio comienza a ver lo que a primera vista puede aparecer como formas incoloras y transparentes, algunas veces geométricas, pero que a menudo se parecen a formas de hojas que se mueven en el mar de éter como si fuesen plantas acuáticas. Entonces, a medida que la atención continúa enfocándose en estas profundas mareas de luz, el estudiante puede súbitamente comprender que efectivamente está contemplando el Éter Reflector, porque tras de las ondas de luz en movimiento su mirada viene a descansar sobre lo que parece ser un mundo de espejos, un mundo con escenas tan brillantes y claras como las imágenes de un espejo. Aquí no hay movimientos ni ondulaciones.

Los registros del Éter Reflector no son fáciles de leer a primera vista, por la razón de que el éter parece estar muy lleno de ellos, todos los cuales pueden ser Vistos a través; así es que necesita tener práctica en separarlos antes de que pueda leerles. Esto es hecho por el poder de la voluntad para sostener la atención enfocada en una imagen, no permitiendo a imágenes colaterales distraer la atención. Existe una tendencia en todos los videntes no desarrollados a simplemente relajarse y dejar que estas escenas, fluyan o se muevan ante la visión mental, sin ningún intento de controlarlas o analizarlas. La persona ordinaria puede en realidad no comprender nunca que es absolutamente posible controlar la corriente de imágenes; y puede aun jactarse del hecho de que no puede “quitar" las escenas que se precipitan ante sus ojos. Este es el secreto del desarrollo negativo que puede, y menudo lo consigue, conducir a la obsesión; o si no a la obsesión completa, por lo menos a la mediumnidad, y tal vez a la falta de control mental y emocional que la ciencia médica definiría como “desequilibrado” o “perturbado”.

El estudiante debe, por lo tanto, ejercitar el discernimiento con relación a la corriente de imágenes que ve. Puede parecerle que las imágenes son irresistiblemente auto-impelidas, pero esto no es así; responden a su voluntad, tan pronto como descubra que puede hacer el esfuerzo de controlarlas.

Nótese que no todas estas imágenes son “registros”. Incluyen, algunas veces, escenas actuales y personas reales viviendo sobre la tierra y también puede incluir caras y formas de los que han desencarnado, así como escenas de los mundos internos. Porque este éter puede ser comparado a un espejo de dos caras, como dice Max Heindel, reflejando el universo exterior en un lado, y los mundos espirituales internos, en el otro.

del libro Temas Rosacruces UNO 
 publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel

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